El espejo estaba frente a ella y tenía que llorar antes de concretar la acción física que le daría un premio algún día.
Su rostro empezaba a contraerse, lo sentía lo podía ver en el espejo. La lágrima en cuestión, venía "por ahí". Su cuello se impactaba en nudos que le ayudarían en la misión. El llanto era inminente y quería salir, de eso estaba segura. Por un segundo se sintió linda, hermosa, sexy y famosa!.
De reojo vio la grifería bajo ella, en su memoria: "Abrir llave y dejar que el agua corra junto con el llanto", así decía, así se debía hacer.
Por fin una lágrima corrió por su mejilla y una mitad un poco más sustanciosa, por la otra. No había texto, solo mirar el espejo, llorar y luego abrir la llave. Se sintió encandilada en su imaginación por los cientos, que digo cientos, miles, millones de flashes que fotografiaban hasta lo más intimo de su talento, era su destino y este solo era el primer paso.
Su mano húmeda se encontró con la manija helada y la giró "Despacito" En su cabeza sonaron aplausos! y gritos! y premios!... haaaa...! (Suspiro)