Mortal
04... Y en la calle terminastes, ahí mismo donde te encontré...
::Capitulo Uno
-¿Me dice la hora?- me trató de usted ¿tan viejo me veía? -no uso reloj- le contesté déspota, no era mi tipo y replicó -¿cómo? "no usa"- de ojos claros, sus deditos quedaron entre sus comillas que usó para graficar mejor, me hizo reír.
::Capitulo Dos
-Me siento incomoda ¿Nos podemos ir?- me vio en silencio. La vi medio doble, estaba en un viaje infernal gracias a un cocktail de alcohol, anfetas, paraguas, aspirinas, migratán, migranol y tres ENO que me había tomado para así, perderme en lo mas decadente del seudo carrete penquista.
El piso sucio y se aferró a mi brazo, por eso no me podía mover con facilidad. literalmente me desplazó entre el humo rancio del local. Sacandome sin darnos cuenta de allí. (En resume un feo lugar)
::Capitulo Tres
-Me amas?- Sentí miedo y no le respondí ni una güea, 3 segundos después reiteró su estúpida pregunta. (Pienso) CALLATE MIERDA!. la cabeza me duele. Más migratán y migranol con un poco de vodka para pasarlas. No dije nada, solo me auto mediqué.
Frió en el cerro ¿el auto? el auto me mira y me sonríe con olor a bencina, me rió, por el olor a bencina, no por el auto, es muy fome. Salgamos de aquí mejor y compremos avellanas. (Y otro vodka, ahora del más barato, no queda dinero, osea queda pero para motes, si claro, para la mañana y falta poco, hay que trabajar)
::Capitulo Cuatro
-Te gusta metermelo?- Que pregunta más impredecible en el momento mas lógico de la furia sexual. Después de días logro abrir mi boca para emitir algún sonido, Días!... (eso creo). Le aprieto las costillas de manera muy brutal, los autos pasan a gran velocidad, algún vagabundo, un callejón relativamente solitario podríamos decir. Espero y aprieto con más fuerza, así respondo: -Si! claro que me gusta! puta!, puta! mil veces puta!- A ella le gusta que le hablen sucio (parece que a todas, o no?). Logra el climax, aprieta mi pene con sus músculos intravaginales... ¿Yo? yo recién me estaba calentando. Pero insisto y la punteo' con descomunal fuerza, una y otra vez, cada vez con mas fuerza, araña la muralla de ladrillos frente a ella, aprieto sus costillas una vez más y empujo con toda mi fuerza, se golpea la cabeza, sangra, se desvanece, lo siento venir, se desmaya, irrigo mucha sangre, pierde el conocimiento y termino muy, ¡muy fuerte!
FIN