No voy a partir esta entrada comentando ni recomendando esta película, tampoco la voy a destruir y decir todo lo malo que tiene, mucho menos voy a hablar sobre la estética, el montaje o el tratamiento, bien bueno por cierto, que tiene la dirección de arte, no.

Hoy quiero hablar más que de solo la cinta en cuestión, sino que me gustaría referirme al arte Chileno, en especial al cine de este glorioso país pegado con lo de "memoria" que por cierto ya me tiene las gónadas bien amplias. Es que de eso hay mucho, mucho más de lo que necesitamos recordar, es que digamos algo, quién chucha puede pasarse tanto tiempo pegado en la misma tecla? Todos? No, por que claro, a veces hay un poco más de altura de miras en lo que queremos ver. Seamos jóvenes, treintones, veinteañeros o cuarentones lo elogiable es que cuando un realizador es honesto, exporta su trabajo dejando ver lo más visceral de sí, claramente se encuentra con la verdad, a que carajos me refiero con esto? Hace un tiempo estaba yo en esos periodos donde no se le ocurre nada, por otra parte se pilla uno a uno "mismo" tratando de cumplir con un montón de guebás que son anexas a la honestidad, como los pagos, las cuotas, el colegio, Entel o la CMR esas cuestiones que hay que pagar, es en ese punto donde como artista hay que empezar a sobrevivir de esto y hacer lo que se espera de uno, ideas que llenen la sala con temas que son populares y que claramente logran una taquilla... cómo decirlo? Taquillera ^^. Me encontré entonces con Vicente Rojas, reconocido pintor nacional, en una de las fiestas socialité que me tocaba acompañar a mi vieja, allí y después de unos copetes le hice la pregunta del millón al tal Rojas, del que me enteré de su existencia solo esa noche, "Que debo hacer para satisfacer a la gente y a mí?" A lo que con un ojo medio desviado me respondió "Gueón el cuadro más caro que vendí lo pinté curao y estaba enojado, a alguien le gustó y vio la honestidad de lo que quise expresar". Ese día me di cuenta que todo lo que pensaba era cierto y me lancé con una serie de proyectos a los que solo yo le tenía fé, pero que escribí con una emoción de verdad, desnudando mi verdad, esa misma que escondemos. Por cierto que funcionó, por que hay que decir que lo que tiene "Qué pena tu vida" es precisamente eso, lleno de pasajes de esos con los que todos nos podemos identificar, no necesariamente por que nos haya pasado, sino por que sabemos de su existencia, la mina loca, la amiga, la separada, la madre metiche o el condón roto, son cuestiones cotidianas y eso se logra solo con honestidad.

Okeay, buena Alfredo Castro y su Tony Manero, bien Machuca (Que por cierto le robó el nombre a una de las más grandes bandas de rock de nuestro país) Pero si tengo que ser honesto me cago en ese cine pastoso con memoria y pescás, como Machuca, lenta, pastosa y con planos que duran una eternidad. Me re cago en Tony Manero (Tony Pajero debería decir), Fome, eterna y claramente un capricho de Castro pa demostrar lo seco que es, claro en Chile en donde el tuerto es rey. 

Así y terminando, bien Nicolás Lopez! no por hacer una Peli pa "jovenesh" o "choriflai" no gueón es mucho más que eso, es una historia con la que todos nos podemos sentir identificados, un personaje que bordea lo patético por que, pobrecito está despechado, pero por favor no nos hagamos los locos, yo ni caché la onda del 73 más allá de lo que ya suficientemente me informé con todo el cine antes de Lopez, Quercia o Zaror por que señores yo también grité todo borracho "Puta culiá me cagaste la vida!!" y eso es de verdad, se nota, es lo que pasa hoy, ayer y siempre.

Por cierto a la cinta le doy 5 Jumbitos véala se va a cagar de la risa... de usted mismo.

Nota al pie: Harto larga la entrada pero es honesta!
Otra: Puede seguir a Nicolás Lopez Director de este Filme en Twitter @NicolasLopez