Ciclos! dijo en voz baja, mientras mentalmente respondía a la pregunta que el cura del televisor emitía; eran de esos programas cristianos de mediodía; lo que mas le pareció extraño fue la relexion que pudo crear frente a un tema que es tan religioso, tan.. puaj! Pero su pensamiento no era cristiano ni por el estilo, este personaje acababa de responder a una pregunta universal, al cuestionamiento que millones de hombres se han hecho... ¿Que es la vida? 

 

...On

_ ¡Hermanos!, debemos entregarnos a cristo, porque cristo es la vida!.

¿Eso es la vida? esta miserable existencia es eso? No me venga a mentir padre -pensaba el joven mientras estaba parado frente al televisor-. Esta existencia no es cristo, esta existencia es un ciclo, como todas las cosas.

La vida (o mas bien las vidas) esta compuesta por muchos ciclos, todos de diferentes tipos e índoles, ya sean físicos o espirituales. El ser humano en general solo se percata de algunos de ellos, quizás los más visibles, y muchos obviamente los vivimos día a día pero no nos damos cuenta, ya sea por ignorancia o simplemente porque no le damos importancia.

Algunos de ellos son con un fin simplemente experimental, para sacar quizás más aprendizajes y experiencia, como el "ciclo del amor" o el de la "sociedad"; algunos otros estan con un fin netamente físico y natural, como el ciclo del agua o del carbono y algunos otros son ciclos que incluyen mas cosas dentro de este -o muchos mas ciclos dentro del mismo ciclo-, como el ciclo de la vida.

Hace un tiempo no sabía nada de este ciclo, de hecho como la mayoría lo ignoraba sin saber que desde el comienzo de los comienzos que he estado actuando dentro de este, un ciclo que, aunque abarca muchas cosas, muchos espacios y muchos tiempos quizás, es muy simple de explicar y se parece mucho a otro ciclo. Comprendí finalmente que este ciclo es muy similar al ciclo de las flores.

El ciclo de la vida entonces es como el ciclo de las flores. La cosa es así, la primera flor creció, y al madurar pudo tener frutos y crear semillas; cada semilla comenzó a crecer y al madurar cada una de estas creo muchas semillas; esas muchas semillas crecieron, y al madurar cada una de esas muchas semillas ya hecha flores crearon muchas y muchas semillas más; y así sucesiva e infinitamente. El hecho es que ninguna semilla puede crear a otra, necesita crecer o más bien desarrollarse, y al alcanzar la madurez necesaria tiene la capacidad de crear más semillas. Cada uno de nosotros -en el ciclo de la vida- somos una de esas semillas, cada uno fue creado por una flor mayor y cada uno (dependiendo de como nos desarrollemos) seremos capaces de ser esa flor mayor, evolucionada y capaz de crear lo más maravilloso y profundo de toda la existencia... la Vida, o mas bien, muchas semillas.

Ahora el cuestionamiento padre... ¿Cree en las flores o en las semillas? [...] 

(Flores! Susurro una voz desde la lejanía).