Parecía que comenzaba a dormir cuando en realidad en su cabeza amanecía, ya era temprano y el cielo se encontraba totalmente despejado, la luz del sol rebotaba con mas intensidad en cada objeto que lo rodeaba a medida que los minutos de esa mañana avanzaban. Mientras salia de su casa y caminaba rumbo a una dirección que en ese momento no tenia clara -pero que aun así sabia con seguridad que camino debía seguir para llegar a ese objetivo desconocido- se dio cuenta que era capaz de hacer cualquier cosa, y no se dio cuenta producto de una catarsis en su cerebro o de un pensamiento fugaz que le haya declarado tal cosa, sino que vio a su alrededor todas las cosas que siempre quiso, aprecio un mundo perfecto, en donde todo lo hecho antes y lo que haría después venían de la misma parte, del producto de acciones de una mente que en ese momento era consiente que era la creadora de todo lo que en ese momento era, de lo que sentía, lo que veía y olfateaba.
 Pensó un momento en el tiempo y en el espacio, y se dio cuenta que ambas cosas eran una creación humana, un sistema creado para regular los limites de lo que somos, para tener claro donde ir y que hacer; en ese mágico instante observo con claridad que caminamos porque nuestros parámetros nos dicen que para movernos debemos accionar nuestros pies, que debemos andar en vehículos si queremos llegar mas rápido porque es una maquina que alcanza velocidades mas altas que nosotros, en ese momento percibió que todos esos paradigmas son limites que nosotros mismos nos ponemos y que al mismo tiempo creemos con todas nuestras fuerzas reales. Cuando se dio cuenta de esta verdad y tuvo el deseo de estar a un kilómetro de distancia de su locación actual lo hizo, y pudo mover su cuerpo sin necesidad de accionar algún músculo. Pero en ese instante mágico, una idea en la cabeza de este personaje rompía con todo el encanto que su entorno y el mismo tenían en ese entonces, y sabia que era capaz de hacer todo aquello porque estaba soñando, entonces quiso despertar. Y despertó, acostado en su cama, cansado y listo para dormir en aquella noche que llego después de un día entero en donde esta persona creyó soñar, en donde aprendió que en realidad no tenemos limites y que si soñamos o vivimos es solo un concepto que nosotros creamos, que no tienen ninguna diferencia ya que en ambos podemos hacer lo que nosotros queramos, si realmente lo creemos y queremos.

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